La situación actual ha dado paso a la reinvención de esta práctica tradicional
Juana Aguilar en su puesto de trabajo con la protección sanitaria requerida
Al igual que muchos otros negocios, las bodegas han sido uno de los emprendimientos más perjudicados económicamente en nuestro país, pues tras la llegada de del covid- 19 estos establecimientos encargados de abastecer con alimentos y productos de primera necesidad a miles de hogares, hoy están luchando por retomar sus actividades para tratar de recuperarse económicamente.
En el Perú, el escenario actual ha cambiado y con él con muchos bodegueros han tenido que reinventarse para poder sacar a flote sus pequeñas empresas, tal es el caso de Juana Aguilar Rodríguez una mujer trujillana de 56 años, la cual lleva más de 18 años trabajando en este rubro, ella nos explica brevemente lo que tuvo que pasar durante el periodo de cuarentena.
“Creo que el problema comenzó cuando anunciaron los toques de queda, pues había horas en donde las tiendas del barrio teníamos que cerrar sí o sí a una hora, por eso pienso que desde esos días comenzaron a bajar las ventas” manifiesta Juana; que por otro lado nos menciona que sus ventas en ese entonces no llegaban ni a la mitad de lo que gana hoy en un mes, esto debido a la extensión de la cuarentena pues “La gente compraba alocadamente en esos meses” agrega.
La propietaria de la “Bodega Doña Juanita” también, nos explica que la situación que afrontó le sirvió como un punto de partida para renovar su tienda, pues de no ser la ayuda de sus hijos ella no conocería el servicio delivery, mismo que le iba ayudar poco a poco a incrementar sus ventas. “Aunque al principio no confiaba en esas cosas virtuales, tuve que adaptarme a eso, por el bien de mi bodeguita” confiesa.
Por último, Juana Aguilar invita a otros bodegueros a modernizarse y expresa “Yo al igual que muchos, pensaba que mi negocio se iba a normalizar por sí solo pero no era así, esas redes sociales me salvaron, ahora sé que con su apoyo todo mejorará”.
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