La científica francesa Marie-Paule Kieny, exdirectiva de la OMS es una de las personas que más saben de vacunas en el mundo. Durante una década, hasta 2010, dirigió la Iniciativa para la Investigación de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud, donde desarrolló inyecciones contra la meningitis y otras enfermedades asociadas a la pobreza. “Tenemos que ser muy transparentes y explicar qué sabemos y qué no sabemos de las vacunas”, advierte la investigadora.
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La investigadora Marie-Paule Kieny, en una conferencia sobre el coronavirus organizada en febrero en la sede de la OMS en Ginebra (Suiza)
La científica, en una entrevista explica el rol que cumple la OMS en esta pandemia, puede que, al principio, la organización no entendiera lo que estaba ocurriendo realmente. La cuestión es que la OMS no puede ir a inspeccionar de manera independiente un Estado miembro. Solo puede ir a petición de ese país. Y esto es así porque los Estados miembros han decidido que sea así. Espero que cuando todo esto se analice haya cambios y la OMS pueda hacer inspecciones sin autorización de los Estados miembros. Pero si países como España, Francia o EE UU no permiten estas inspecciones en sus territorios, países como China o Irán tampoco las permitirán. Creo que la OMS, al principio del todo, no supo reconocer qué estaba ocurriendo, pero en general han ofrecido recomendaciones de manera sistemática y desde enero advirtieron de lo que se avecinaba. Muchos gobiernos no quisieron escuchar y ahora necesitan buscar un culpable. Es muy fácil echar las culpas a la OMS, porque nunca se defiende.
Por otro lado, a la persona que esté dudando si vacunarse, le diría que mire los datos cuando se publiquen en revistas científicas, que confíe en que las autoridades reguladoras harán lo que sea mejor para proteger la salud de los ciudadanos de cada país. Hay que tener en cuenta cuáles son nuestras opciones. Yo no creo que la vacuna vaya a detener milagrosamente la pandemia y que podamos volver muy pronto al estilo de vida anterior. Pero la vacuna, por lo menos, aliviará la situación y posiblemente impedirá los confinamientos que están causando estragos en la sociedad y arrastrando a mucha gente a la pobreza. Si no apostamos por las vacunas, ¿qué otras opciones tenemos? Creo que tenemos que ser muy transparentes y explicar qué sabemos y qué no sabemos de las vacunas, con la esperanza de poder convencer a todas las personas que sea posible. Cuando el primer contingente de personas sean vacunadas y todo el mundo vea que la vacuna no las mata, espero que aumente la confianza, finalizó Marie-Paule Kieny.
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